UNIDAD DIDÁCTICA 3. SOCIOLOGIA DEL TIEMPO LIBRE
CONTENIDOS:
1. SOCIOLOGÍA DEL TIEMPO LIBRE
1.1. CONCEPTO DEL OCIO Y TIEMPO LIBRE
2. DIMENSIONES DEL OCIO
2.1.
DIMENSIÓN LÚDICA
2.2.
DIMENSIÓN DEPORTIVA
2.3.
DIMENSIÓN FESTIVA
2.4.
DIMENSIÓN CREATIVA DEL OCIO
2.5.
DIMENSIÓN ECOLÓGICA
2.6.
DIMENSIÓN SOLIDARIA
3. EDUCACIÓN DEL OCIO
3.1. APORTACIÓN DE WEBER
3.2. APORTACIÓN DE HENZ
3.3. APORTACIÓN DE PUIG Y
TRILLA
OBJETIVOS
1. CONOCER LAS
DEFINICIONES DE TERMINOS RELACIONADOS CON EL OCIO Y TIEMPO LIBRE.
2. DAR A CONOCER LAS
DIMENSIONES RELACIONADAS CON EL OCIO Y TIEMPO LIBRE.
4. INFORMAR SOBRE LAS APORTACIONES DE AUTORES CON RELACIÓN A LA EDUCACIÓN DEL OCIO.
1. SOCIOLOGÍA
DEL TIEMPO LIBRE
1.1.
CONCEPTO DEL OCIO Y TIEMPO LIBRE
El termino ocio etimológicamente proviene del latín otium,
que significa reposo. Según el Diccionario de la Real Academia Española (1992),
ocio es el tiempo libre, fuera de las obligaciones y ocupaciones habituales.
Pero para llegar a una adecuada comprensión del concepto de ocio, es imprescindible
diferenciarlo tanto del tiempo libre, como del tiempo liberado (Cuenca 2000).
El tiempo libre se considera y contempla como el periodo de tiempo no
sujeto a obligaciones. El hombre de hoy posee más horas libres de las que es
consciente. Aproximadamente, las personas que realizan un trabajo de cuarenta
horas semanales y con treinta días de vacaciones al año, pueden disfrutar del
29,5% de tiempo libre, en función del número total de horas que tiene el año.
Sin embargo, en el tiempo libre se realizan una serie de actividades, que
aunque no son propiamente laborales pueden llegar a ser obligatorias, tales
como las tareas domésticas cotidianas, los desplazamientos sobre todo en las
grandes ciudades, las compras de primera necesidad, etc.
El tiempo liberado es una parcela de tiempo, con unas dimensiones que
dependerán de la situación específica de cada individuo, en el que la persona
no tiene que realizar ninguna actividad de forma obligatoria y se encuentra en
disposición de elegir libremente lo que desea realizar
El ocio surge cuando se realizan las actividades satisfactorias y
gratificantes que posibilita el tiempo liberado, de forma libre, decididas por
uno mismo y gestionadas autónomamente (Cuenca 2000).
Manuel Cuenca, profesor de la Universidad de Deusto (Bilbao), contempla y
define el ocio como el tiempo libre fuera de obligaciones habituales, que
descansa en tres pilares esenciales:
- Percepción de libre elección en
función de preferencias individuales.
- Sensación gratificante y placentera.
- Autotelismo: Es un término
generado y adoptado por la Cátedra de Ocio y Minusvalía de la Universidad
de Deusto, que tras los trabajos llevados a cabo por Cuenca (1995, 2000b),
Madariaga (1996, 1998), Gorbeña (1999) y Lázaro (1997) entre otros, caracteriza
al ocio como un conjunto de actividades que tienen un fin en sí mismas y
no como actividades terapéuticas. Además este ocio autotélico se
manifiesta en seis dimensiones: lúdica, deportiva, festiva, creativa,
ecológica y solidaria.
La vivencia del ocio aumenta al incorporarse el tiempo para el recuerdo, el
sentimiento que permite recordar una experiencia que se ha vivido de forma
positiva y que, por tanto, pasa a convertirse en elemento motivador de una
nueva experiencia. Es decir, el ocio propugna un dinamismo que permite vivir de
forma gratificante un pasado, un presente y un futuro.
Otros autores españoles han reflexionado también sobre el ocio. Para Argyle
(1996), el ocio es el conjunto de actividades que una persona realiza en su
tiempo libre, porque desea hacerlas, sin presiones externas, con el objetivo de
divertirse, entretenerse y desarrollarse a sí mismo.
Mundy (1998) y Dattilo (1998), consideran el ocio como un espacio en el que ha
de estar presente la libre elección para el logro de una autorrealización, como
un derecho de la persona y como un medio para la mejora de la calidad de vida.
Según Caride (1998), el ocio ha sido conceptualizado desde tres enfoques
diferenciados:
a) Dimensión básica de la vida cotidiana de la persona en función de los
hábitos y comportamientos socioculturales de su comunidad.
b) Derecho que ha de ser garantizado por las políticas de
servicios sociales con el objetivo de reducir la inactividad y las conductas
antisociales que puedan aparecer en el tiempo libre de las personas.
c) Factor de desarrollo integral de la persona humana,
valorado como ámbito de expansión cultural idóneo para promover experiencias
con fines formativos o terapéuticos.
A continuación exponemos las definiciones y orientaciones que proponen
distintas asociaciones, tanto de ámbito internacional como nacional, en torno
al tema del ocio y el tiempo libre en la sociedad actual.
a) Asociación Internacional de Ocio y Recreo (WLRA)
La Asociación Internacional WLRA (World Leisure & Recreation
Association), define el ocio como:
• Un área
específica de la experiencia humana, con sus beneficios propios, entre ellos la
libertad de elección, creatividad, satisfacción, disfrute, placer, y una mayor
felicidad. Comprende formas de expresión cuyos elementos son de naturaleza
física, intelectual, social, artística o espiritual.
• Un recurso importante para el desarrollo integral de la persona y un factor
fundamental de la calidad de vida.
• Una actividad que fomenta la buena salud general y el bienestar, al ofrecer
variadas oportunidades que permiten a individuos y grupos seleccionar
actividades y experiencias que se ajustan a sus propias necesidades, intereses
y preferencias. Las personas consiguen su máximo potencial de ocio cuando
participan en las decisiones que determinan las condiciones de su propio ocio.
• Un derecho básico, como lo son la educación, el trabajo y la salud, del que
nadie debería ser privado por razones de edad, raza, religión, salud, discapacidad
o condición económica.
La WLRA considera que:
• El
desarrollo del ocio se facilita garantizando las condiciones básicas de vida
como son, la seguridad, cobijo, alimentación, educación, recursos sostenibles,
equidad y justicia social.
• Para
conseguir un estado de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo
debe ser capaz de identificar y lograr aspiraciones, satisfacer necesidades e
interactuar de forma positiva con el entorno. Por lo tanto, se entiende el ocio
como recurso para aumentar la calidad de vida.
• Muchas sociedades actuales se caracterizan por un incremento de la
insatisfacción, el estrés, el aburrimiento, la falta de actividad física, la
falta de creatividad y la alienación en el día a día de las personas. Todas
estas características pueden ser aliviadas mediante conductas satisfactorias de
ocio.
B) El Instituto de Estudios de Ocio (ADOZ) de la Universidad de
Deusto (Bilbao)
El Instituto de Estudios de Ocio, perteneciente a la Cátedra de
Ocio y Minusvalías de la Universidad de Deusto, propugna una visión
esencialmente positiva y humanista del ocio, considerándolo como un ámbito
imprescindible de la educación integral de la persona.
Estudia el ocio de las personas con discapacidad intelectual desde
una perspectiva multidimensional, otorgándole un carácter preventivo,
educativo, terapéutico, rehabilitador, pero fundamentalmente plantea el ocio
COMO UN FIN EN SÍ MISMO.
Fomenta la integración de la persona con discapacidad intelectual
en la sociedad, potenciando y desarrollando todo tipo de alternativas que
tengan como objetivo su plena participación y reformando las iniciativas que
tiendan a la marginación.
Al Instituto le preocupa e interesa que la acción del ocio sea
gratificante y no posea un carácter
utilitario, y que pueda ser llevado a cabo desde cualquiera de sus dimensiones:
lúdica, creativa, festiva, ambiental-ecológica y solidaria.
2.
DIMENSIONES DEL OCIO
El concepto de ocio se hace realidad en el momento en que tiene un
fin en sí mismo, cuando proporciona una sensación gratificante y es elegido
libremente. Su realización se lleva a cabo a través de seis dimensiones que se
relacionan con diferentes estilos de vida, con diversos entornos, ambientes y
recursos (Cuenca 2000).
Debe entenderse que las propuestas que a continuación se señalan conciernen a
toda persona, tenga o no discapacidad. En consecuencia, deberán planificarse
detenidamente en función de las características individuales de cada persona,
procurando que se lleven a cabo en entornos normalizados.
|
LÚDICA |
|
DEPORTIVA |
|
FESTIVA |
|
CREATIVA |
|
ECOLÓGICA |
|
SOLIDARIA |
2.1. DIMENSIÓN LÚDICA
A través de la dimensión lúdica, el ocio cobra
un carácter de diversión y de descanso que proporciona una mayor estabilidad,
tanto psíquica como física. La diversión que proporciona el aspecto lúdico del
ocio se puede analizar desde la perspectiva del juego en todas sus dimensiones.
El juego presente en el tiempo libre deja de ser un recurso, o una
estrategia didáctica, para convertirse en una actividad real de ocio, elegida
libremente y sin un objetivo directo de adquisición de nuevos contenidos. Desde
esta perspectiva, el fin del juego es la actividad en sí misma, voluntaria y
libremente elegida.
El juego en el tiempo libre es algo intrínseco, no un medio para alcanzar un fin. Ha de ser espontáneo, gratificante y realizado de forma voluntaria tras una elección entre varias alternativas.
2.2. DIMENSIÓN DEPORTIVA
Las experiencias lúdico - deportivas contribuyen
al desarrollo integral de la persona, incrementan las capacidades de tipo
motor, fomentan las relaciones sociales, y promueven los hábitos de salud e
higiene corporal.
La práctica deportiva puede contribuir a que el sujeto se explaye,
se sienta aceptado por los demás, tenga éxito, aprenda a trabajar en equipo,
sea más competente y autónomo, y mejore su forma física.
Para los niños y jovenes, entendemos que las actividades
deportivas en las que pueden participar obteniendo experiencias más satisfactorias
son:
Natación, gimnasia, gimnasia rítmica, yudo, karate, fútbol,
baloncesto, voleibol, bolos, tenis, equitación, golf, esquí, vela, etc.
2.3. DIMENSIÓN FESTIVA
La fiesta supone la reunión de varias personas para celebrar algún
acontecimiento. Implica alegría, entretenimiento y regocijo. Posee un carácter
comunitario, en el que el individualismo se convierte en una actitud antagónica
al propio concepto de fiesta. Lleva implícito un estado de ánimo determinado y
se realiza junto con otras personas.
La dimensión festiva del ocio posibilita unos niveles de disfrute
elevados; y esto no sólo cuando se participa en el acto festivo sino que, tanto
la experiencia de preparar una fiesta como posteriormente de recordarla,
proporcionan sensaciones placenteras.
Se ha de vivir la experiencia, tanto de la preparación como de la
participación en actos festivos, puesto que posibilita la puesta en práctica de
habilidades relacionadas con la organización y el trabajo y genera sentimientos
de bienestar por la unión con los demás.
Las actividades festivas se pueden desarrollar mediante
celebraciones de distinto tipo:
Celebrar fiestas en una casa, salir a comer o a cenar con la
familia, o con los amigos, acudir a una discoteca, participar en fiestas
organizadas en el barrio, la parroquia, la asociación de vecinos, el club de
ocio, el colegio o la comunidad.
2.4. DIMENSIÓN CREATIVA DEL OCIO
La dimensión creativa del ocio se encuentra relacionada con educación artística
en los aspectos referidos a la música, la pintura, la danza, etc. Posee un
carácter formativo, cultural, de desarrollo personal, mediante el aprendizaje y
la formación. Tiene una finalidad en sí misma y ha de ser elegida libremente.
Es un ocio que se diferencia de los demás por su naturaleza reflexiva.
La experiencia, elegida libremente, que surge a través del
contacto con las diferentes técnicas artísticas, produce un sentimiento
gratificante de autorrealización, debido al desarrollo personal que se genera
mediante el aprendizaje. El disfrute del ocio creativo depende de la
preparación que se precise para poder acceder a él.
La práctica de un ocio creativo requiere una formación previa en
la creatividad y un aprendizaje, para poder apreciarlo y disfrutarlo. Partiendo
de esta premisa, cobra especial relevancia la Educación Artística, presente en
todos los currículos de la enseñanza obligatoria, que potencian la aproximación
a experiencias de carácter cultural incidiendo en la reflexión y el
conocimiento.
El desarrollo de las experiencias tanto culturales como
artísticas, desde la perspectiva del ocio, genera el desarrollo de su dimensión
creativa desde dos direcciones. La primera como expresión creativa y la segunda
como penetración receptiva. Se precisa una iniciación y una preparación
cultural básicas.
Ejemplos de posibles actividades creativas pueden ser:
·
Hacer trabajos manuales
como son la pintura, costura, modelado, bricolaje, etc.
·
Hacer alguna colección,
leer cómics, tebeos, revistas, periódicos, libros.
·
Hacer pasatiempos:
crucigramas, sopas de letras.
·
Tocar un instrumento,
realizar fotografía y vídeo.
·
Asistir a clases de
pintura, baile, teatro, música, cerámica, etc.
·
Ir al cine, teatro,
concierto, visitar una exposición, un museo, un edificio, etc.
2.5. DIMENSIÓN ECOLÓGICA
Proporciona el encuentro con la naturaleza, desde una perspectiva
de disfrute, en la que no importa la actividad que se realice. Lo que prevalece
por encima de todo es divertirse, relajarse y recrearse en los entornos
naturales que proporciona la naturaleza.
Los paseos por los jardines, los parques naturales, el campo, el
turismo rural, la jardinería y horticultura, los deportes al aire libre, la
playa y la montaña, las granjas escuelas, las aulas de la naturaleza, son
algunos de los ejemplos, de los entornos naturales de los que se puede
disfrutar, y que proporcionan unas actividades muy saludables, sobre todo para
los niños y jóvenes que viven en las grandes ciudades.
Los beneficios de este tipo de ocio se encuentran avalados
actualmente desde los principios de la Educación Ambiental, que propugna el
contacto con la naturaleza de forma armónica y el desarrollo de las
responsabilidades individuales y colectivas para su óptima conservación.
Son muchas las actividades ecológicas que pueden realizar los
niños y jóvenes:
·
Los juegos en los parques.
·
Paseos por la ciudad o por
el campo.
·
Ir de excursión y realizar
turismo por zonas de playa y montaña.
·
Asistir a una
granja-escuela, responsabilizarse del cuidado de algún animal doméstico, cuidar
plantas, practicar la jardinería, etc.
2.6. DIMENSIÓN SOLIDARIA
Las acciones realizadas de forma desinteresada, con un fin en sí
mismas, pueden llegar a formar parte del ocio autotélico. Hasta hace
relativamente pocos años, este tipo de actividades no se relacionaban con el
ocio y mucho menos eran consideradas como actividades en las que podían
integrarse las personas con algún tipo de discapacidad, puesto que eran ellas
mismas los sujetos receptores directos de dichas acciones.
La educación, tanto en la familia como en el entorno escolar, ha
de colaborar en despertar actitudes para llevar a cabo un ocio comunitario y
solidario, que fomente la entrega desinteresada en beneficio de otros.
Es una realidad que hay personas con unas discapacidades tan
graves que les impiden poder disfrutar de la mayoría de las dimensiones del
ocio; otras, con una afectación menor, pueden, mediante una formación adecuada,
participar de un ocio solidario que les proporcione unos espacios de encuentro
y comunicación con los demás, desde un enfoque de ayuda mutua. Este es el caso
de la inmensa mayoría de las personas con síndrome de Down.
Los diferentes tipos de actividades solidarias surgen desde las
más básicas, como es el colaborar en el mantenimiento de la casa ordenando sus
objetos personales, en la elaboración de las comidas para la familia, en
actividades de limpieza del hogar, en la compra de los productos de primera
necesidad. Ayudar a algún miembro de la familia en su trabajo, en el cuidado de
algún familiar, colaborar con algún vecino. Participar en alguna actividad
solidaria organizada por el colegio, la parroquia, una ONG u otras
instituciones.
Puesto que la vivencia del ocio ha de ser una experiencia
integradora entre los valores personales y el sentido que se otorga a la vida,
sólo se podrá lograr una vivencia positiva y satisfactoria si existe una
formación, a lo largo de toda la vida, que permita aumentar la capacidad de
comprensión de los beneficios que proporciona un ocio de calidad.
3.1. APORTACIÓN DE WEBER
Erich Weber (1969) fue uno de los primeros investigadores en
cuestionarse si las personas requerían una formación para utilizar
adecuadamente su tiempo libre, llegando a la conclusión de que la educación en
el ocio es imprescindible por dos razones (Trilla 1993, Llull 1999):
·
Toda persona necesita una
formación para utilizar de forma razonada su tiempo libre y convertirlo en un
espacio gratificante y con sentido.
·
La utilización adecuada del
tiempo libre proporciona armonía en el ritmo de vida de las personas y en la
propia organización de los tiempos.
Sus teorías van encaminadas hacia la utilización adecuada del
tiempo libre, en el que han de estar presentes actividades relacionadas con el
descanso, los juegos, la diversión, la cultura y el deporte, aunque no llega a
diseñar un modelo pedagógico específico.
La prevención de la utilización inadecuada del tiempo libre es una
constante en su obra. Considera que la educación para el ocio ha de fomentar
una vivencia útil, eficaz y gratificante para la persona y debe desarrollar la
toma de decisiones entre las diferentes alternativas que se tienen en el
entorno. Weber (1969) declara que la educación ha de ofrecer ayuda para que la
persona pueda tomar decisiones correctas en su tiempo libre.
3.2. APORTACIÓN DE HENZ
Durante la década de los ochenta, Henz (1976), en sus diversos
estudios, analiza la pedagogía del ocio y la contempla como la educación
dirigida al aprendizaje de la utilización correcta del tiempo libre, aportando
un sentido a los tiempos vacacionales y vivenciando de forma armónica el
trabajo, el ocio y la fiesta.
Diferencia tres grandes grupos de actividades que se pueden
realizar en el tiempo libre:
·
Las aficiones, que se
enmarcan dentro de un ocio activo y consciente, desarrollando múltiples
intereses.
·
Las actividades que
consisten en ver excesivamente la televisión, beber de forma exagerada y otras
actividades similares, que configuran un ocio pasivo.
·
Las actividades útiles que
no son pura diversión.
Henz (1976) otorga gran importancia en la educación para el ocio a
la figura del monitor, como sujeto activo que propone alternativas de carácter
cultural, artístico, deportivo, lúdico, creativo, etc., encaminadas a la
reducción del ocio pasivo.
3.3. APORTACIÓN DE PUIG Y TRILLA
En España, Puig y Trilla (1996), en su libro La Pedagogía del
Ocio, aporta útiles indicadores que enmarcan la pedagogía del ocio dentro del
contexto que ocupa en la sociedad actual y de las necesidades que la misma
plantea.
Principios generales:
Los principios generales de la pedagogía del ocio que plantean en
su libro son los siguientes:
·
Respetar la autonomía y la
libre elección. La pedagogía del ocio ha de ir dirigida a enseñar a crear, no
sólo a consumir; ha de generar alternativas para que se pueda elegir, ha de
fomentar y no suplir.
·
Armonizar la diversión,
creación y el aprendizaje en las actividades de ocio que se realicen en el
tiempo libre, tanto de forma individual como colectiva.
·
Respetar la contemplación
frente el activismo desenfrenado que impregna nuestra sociedad. Toda persona,
en su tiempo libre, tiene derecho a no hacer nada, y la ociosidad que conlleva
el no realizar actividad alguna puede servir no sólo como terapia sino como
fuente de aprendizaje, si la contemplación comienza a formar parte de una
necesidad vital.
·
La evaluación no debe estar
presidida por criterios utilitaristas; ha de realizarse analizando los procesos
intrínsecos de la propia actividad y el grado de satisfacción que
produce.
·
Ayudar a descubrir el
placer que genera la realización de las tareas cotidianas que se han de
realizar en el tiempo libre, tales como cuidar una casa, realizar las compras,
relacionarse con los vecinos, etc. Se fomenta de esta forma el valor de lo
cotidiano.
·
Desarrollar la contingencia
de lo extraordinario, ofreciendo la oportunidad de realizar actividades que se
salgan de la rutina diaria.
·
Liberar tiempo para el ocio
gratificante y formativo, planificando adecuadamente el tiempo libre para
impedir que se pierda en actividades tales como los desplazamientos en las grandes
ciudades.
·
Detener la polarización
entre los tiempos, proyectando al tiempo de trabajo las cualidades positivas
que, al parecer, sólo tiene el tiempo libre.
·
Participar en la formación
de las diversas instituciones que se ocupan de organizar actividades en el
tiempo libre, como son los clubes o las ludotecas.
·
Evitar el aburrimiento y el
tedio, muy frecuente en el tiempo libre tanto de los niños como de los adultos,
que impiden que se lleve a cabo el verdadero objetivo del ocio: proporcionar
placer y disfrute mediante el desarrollo de determinadas actividades que
favorecen el desarrollo personal de cada sujeto.
·
Compatibilizar el ocio
individual con el colectivo para lograr un encuentro satisfactorio con uno
mismo y con los demás.
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